Este año se volvieron a repetir las finales y eso que los de la Bahía de San Francisco no fueron los mejores en la liga regular, lo fueron los Rockets de Houston, difícil hueso que derrotaron en el séptimo y definitivo partido de la final del Oeste, además en Houston. Todos pensábamos que con la llegada de Kevin Durant a los Warriors el equipo se iba a descompensar, o que necesitarían 2 balones para jugar el ataque......nada más lejos de la realidad. KD se unificó de tal manera al equipo que fué uno más en ese quinteto demoledor formado por los Curry, Green, Thompson, Iguodala, y el propio Durant. Ese mérito lo tiene evidentemente su Coach, Steve Kerr, un libanés nacionalizado norteamericano que tiene 5 anillos como jugador y ya 3 como entrenador.....de esto sabe un poco. Coincidió en aquel otro equipo de ensueño con el DIOS del baloncesto Michael Jordan con el que ganó 3 anillos. Traspasado a los Spurs al año siguiente, volvió a ganar otros 2 anillos de la mano de Pópovic, del que a buen seguro aprendió todo lo que sabe, en la cancha y fuera de ella. Otro mérito grande del mister es tener un banquillo dispuesto a resolver cualquier carencia de los titulares, JaVale Mcguee, pivot que cuando fichó por los Warriors, ya no se le va tanto la olla....bueno sólo de vez en cuando, pero realizando una grandísima temporada. Zaza Paschulia, otro pivot que este año no contó tanto debido a que el anterior le quitó el puesto, y muy importante en las rotaciones. Sahun Livingston, siempre dirigiendo al equipo en ausencia de Curry y a un alto nivel de juego. Nick Young, el recambio perfecto para Durant o Thompson. David West, otro pivot con un tiro perfecto de 3/4m y sus 6.8 rebotes de media. Kevon Looney, un fajador y desgastador bajo los aros, se ha peleado hasta con su sombra y eso le ha dado muchos minutos, más de lo que esperaba. Jordan Bell, otro como el anterior, luchador incansable bajo los aros y muchos minutos de juego. Patrick McCaw, jóven con una proyección espectacular que una lesión no le dejó competir al nivel que todos esperábamos de él, pero que se confirmará la siguiente temporada. Y Quinn Cook, otro base que ya es una realidad, pero es que claro, teniendo a Curry, Livingston y McCaw ha sabido esperar su momento. Con estos reservas y el quinteto titular lo más lógico era que volvieran a colgarse el anillo. Muchos analistas daban la final por ganada de paliza, como así ha sido. Yo tenía alguna duda dado que delante estaba Lebrón James, que no hay que negarle que lo ha dado todo, pero estaba muy sólo, los Cavs no tenían el potencial de plantilla de los Warriors, y eso se ha plasmado en el 4-0 de la final. GRANDE LOS WARRIORS Y ENHORABUENA A TODA SU AFICIÓN.
